A tí, Padre...

...y aunque sea el título de una emotiva marcha, no nos referimos a ella. Ni siquiera nos referimos a ninguno de los Cristos, Presentados, Expectantes, Nazarenos, Crucificados o Yacentes que mueven sus pasos a nuestros sones. 

Queremos hablaros de esfuerzo, amor, sacrificio y constancia. De entrega, orgullo, pasión y sentimiento. Hablaros de lo más grande que puede regalar la vida; un hijo. Y de lo más grande que puede tener el retoño, sus padres. Hoy, desde aquí, queremos (y quiero, personalmente), felicitar a todos nuestros componentes que compaginan la labor de músico con la de padre. A todos los que saben diferenciar esas facetas, pero casi lloran de alegría cuando, vestidos de uniforme, abrazan a sus hij@s como si de la primera vez se tratase. 

Hablo de Daniel Zumaquero, de Eduardo Cuevas, de Jorge Clavijo, Raimundo García, Carlos Contreras, David Pelayo, Juan Antonio Marmolejo, Cristian Mira (éstos dos últimos de reciente paternidad), Víctor Martínez, Pepe Robles, Francisco, Rafael Martín, Paco Ortega, Hugo Ayala,  Antonio Vera, David Sanguino y Jesús Fernández

No dejo a un lado los que aún no, pero poco les queda para sostener en sus brazos lo más grande que pasará jamás por ellos, como Gonzalo Miguel González y Miguel Angel Marmolejo.

Hablo de ellos, porque son partícipes de esta causa y efecto musical, permutando continuamente sus roles en casa y en el local de ensayo. Hablo, porque es y será eterno y desmedido el agradecimiento que les profesamos, porque conocemos lo difícil que es, a día de hoy, compaginar esos roles con el trabajo diario.

A todos vosotros, felicidades y gracias.

P.d.: Queremos hacer dos menciones especiales, a nuestros compañeros Alvaro Castilla, cuyo padre, Antonio, hace escasos días que emprendió el camino hacia una mejor vida, y Alberto Negrete y su Getzabel, que ha ya meses nos abandonó, y siempre tuvo una sonrisa y un dulce en su mano. Sabed ambos, que padre e hija os profesan el mismo o más orgullo y admiración, que si lo sintiesen aquí abajo, entre nosotros. Hoy, Alvaro y Alberto, sois más hijos y más padres que nunca, porque habéis demostrado saber serlo, y procesionar en silencio vuestro dolor, pese a saber que teníais 103 hombros donde descargarlo.

Vuestra música...

Bienvenidos. Ése es el término y el concepto, de cómo nos sentimos cada vez que asistimos a algún acto con las hermandades que nos ocupan. Ésa es la sensación cuando entramos en las iglesias, y alguno de los allí presentes se percatan de que somos miembros de 'su' banda. Y agradecidos, infinitamente agradecidos es como estamos de ello porque, de esa forma y en ese contexto, el esfuerzo pesa menos, ahora y en Semana Santa.

Por ello, desde aquí queremos, valga la redundancia, AGRADECER, en mayúscula y bien claro, a todas 'nuestras' hermandades, como solemos decir, y augurar una Semana Santa fructífera, repleta de emociones y momentos inolvidables, y todos esos epítetos que suelen acompañar las crónicas de tales fechas. 

Seremos, así, "la voz del barrio" de La Unión, cuando éste más lejos quede, y el aliento del portador roce los mínimos. "El séptimo varal" de un balcón de Pilatos que anuncia al Hijo de Dios desde la Victoria. Seremos, como ayer acuñaron, "los otros cireneos" de un Nazareno portentoso, que sienta cátedra en el andar de un trono, sin jactarse de ello y a rostro tapado. Seremos, como no, "los hombros" que sostienen "Tu Cruz", cuando más pese su Agonía, "la trabajadera de metal", que ya acuñó cierto músico, de un Cristo inerte que congrega a un pueblo a su alrededor. Seremos quien anuncia, con Azahar y Romero, la llegada del Rey de Reyes, y de la inefable Madre de la Esperanza. Seremos el sudario que alivie el sudor y la sangre de un Nazareno de Viernes Santo, la melodía que retumbará en Pedrera, cuando el yacente Cristo de Sebastián Santos avance con el izquierdo por delante. Y cuando más apriete el calor, seremos el Cáliz que dé de beber al sediento, para acompañar al Cuerpo de Cristo.

Seremos y somos vuestra música, por y gracias a vosotros, los que confiáis cada año en el trabajo y el esfuerzo de un centenar de músicos, con su ejemplar dirección al frente. Que la Semana Santa nos depare a todos la mejor de cuantas hayamos vivido, y la peor de cuantas queden por vivir.

Una Cuaresma solidaria.

Quince años de Esperanza, y ya se acerca. La Cuaresma 2013 toca su fin, y a la hora de hacer balance, es todo positivo. 

El domingo 24 de Febrero tuvo lugar, en el auditorio municipal de la Diputación, un concierto organizado por la hermandad de Humildad y Paciencia, con la cual celebramos el primero de nuestro ciclo de conciertos, en beneficio de la bolsa de caridad de su hermandad. Durante el acto se representó la marcha "Humilitas et Patientia" a los hermanos de la corporación del Sábado de Pasión, y se hizo entrega de la partitura, ya clásica tradición, con el guión de la marcha, a los hermanos benefactores de la misma. 

El sábado 2 de Marzo, en la Iglesia de los Santos Mártires, compartimos nuestro aniversario con las hermandades de la Pasión y la Sagrada Cena. Un concierto con un repertorio que dificilmente volveremos a repetir, dada la complejidad del mismo. Durante el acto, cada marcha interpretada fué dedicada a cada una de las hermandades que allí se cobijan. Durante el mismo, recibimos sendos recuerdos de las hermandades con las que organizamos el acto.

El dato positivo de este concierto no fue la asistencia (una iglesia abarrotada), el repertorio, o la ovación. El hecho importante fue que, gracias a todos esos asistentes, que colaboraron con 1kg de alimentos por persona, hubo familias que, con o sin afición por la música cofrade, tuvieron algo con que llenar sus despensas. Continúa así la responsabilidad social corporativa de nuestra entidad musical, cuyo fin es llenar de Esperanza cada rincón de Málaga. Y la Esperanza, como hemos dicho mil veces, no es sólo música, sino como cada cual quiera vivirla.

Al día siguiente, en la ventosa mañana del 3 de Marzo, la hermandad de las Penas nos invitó a la presentación de su cartel anunciador de la estación de penitencia 2013, y poner así música al evento. Sonó "...a Jesús de la Agonía", por vez primera junto al titular al que fué dedicada. En el transcurso del mismo, la hermandad nos hizo entrega de un recuerdo conmemorativo de la efeméride.

El sábado 9 de Marzo fue el turno de la hermandad de la Humildad, y con ellos celebramos también nuestro aniversario. Con motivo del Pregón de la Juventud Cofrade, la banda puso música al acto, con las marchas "La Virgen de la Paloma", "Prendidos a Jesús", "...y el pueblo eligió a Barrabás", y "Tú eres el hijo de Dios". Como colofón, y para homenajear al pregonero, D. Rafael Lopez Taza, hermano mayor de la hermandad de la Sagrada Cena, la banda interpretó el Himno Eucarístico. Durante el acto no sólo recibimos el agradecimiento y el recuerdo conmemorativo, sino que la hermandad tuvo a bien aprobar en cabildo que, en éste Domingo de Ramos 2013, fuese Javier Torres, componente de la banda y compositor de "Tú eres el hijo de Dios", diese los primeros toques de campana en el interior del Santuario. 

Como colofón al ciclo de conciertos cuaresmales de la banda, en la mañana del domingo 10, acudimos al acto de presentación del libro "Tu cruz sobre nuestros hombros", obra de Mariano Roldán, Sergio Benítez e Ildefonso Soria. Durante el acto, intervinieron distintos músicos de nuestra provincia, compositores de las marchas que suenan el Martes Santo tras el Cristo de la Agonía, tales como Alberto y Daniel Zumaquero, José García Marín y Alfonso López. Pero no quedó ahí la cosa. La organización del evento tuvo a bien invitar a personalidades de la música allende nuestras fronteras. Compositores insignes y de abolengo, tales como Jose Manuel Reina, autor de marchas como "Llora María", y un sinfín de las más añejas marchas de Tres Caídas de Triana, David Álvarez García, director musical de la banda del Sol, autor de marchas como "La trabajadera de metal", Diego Álvarez, autor de "Dulce Nombre de María" y Jorge Martín Puerto, autor de "Señor de Sevilla". Asímismo, tanto Jorge Martín, como David Álvarez, José García y Alfonso López tuvieron la oportunidad de dirigir la interpretación de sus propias marchas. 

El acto tuvo también un componente solidario, ya que se produjo una nueva recogida de alimentos, en beneficio del hogar de Pozos Dulces. Con él, toca su fin nuestra cuaresma musical, y todo queda en el aire para que, cuando vuelva a sonar la marcha real, sea el Señor de Humildad y Paciencia el que bendiga las calles de la ciudad a nuestros sones.

Gracias a todos los que habéis acompañado a la banda en este ciclo cuaresmal. Habéis formado parte de nuestra música, poniendo las ganas y la emoción de vuestro aplauso más sincero.