viernes, 27 de enero de 2012

A tí, que nunca escuchaste...

2102 será un año especial. Y no por las profecías oportunistas que suenan en programas de renombre nocturnos, sobre lugares de energía telúrica implacable. Lo será, en gran medida, por tener en nuestras filas a nuestro compañero Chicuy, cosa de la que ya hemos hablado. Lo será también porque, después de muchos años, Málaga nos ha regalado un día más para disfrutar lo que llevamos ensayando durante un año.

Hace más de diez años, cuando el que suscribe no era más que un imberbe, desde un tinglado en la Calle del Amarguillo salió una Virgen, desconocida para muchos, y tan significativa para nuestro futuro.

2012 nos depara que, gracias a la evolución positiva, y al esfuerzo de un grupo de hermanos, lo que aquel Marzo del '99 era un tinglado sin paredes, hoy sea la Casa Hermandad de la cofradía no agrupada más señera en nuestra ciudad. Nos depara, muy a pesar de nuestros pies, y para beneficio de nuestro sentir, el acompañar a un Cristo que ha esperado años sentado a escuchar su marcha, la que un día compuso Alberto Zumaquero y nadie le ha enseñado. Espera impaciente, sin ser fiel a su nombre, que redoblen los tambores en ordinario desde La Unión, haciendo fuerza y regalando a los cofrades un día más en SU semana.




Queremos agradecer a la Hermandad su confianza, y no simplemente con unas líneas en nuestro blog, sino con música, labor que trabajamos a diario, y vive Dios, con cuanto esfuerzo. Será para nosotros un día especial, dentro de un año especial. Será para vosotros el primero de, Dios quiera, muchos años escuchando la marcha que Él nunca escuchó, y no dejará de tararear jamás su alma de madera sagrada, tras el Sábado de Pasión 2012.

                                          Imagen de la firma del contrato entre ambas partes.

miércoles, 18 de enero de 2012

Ella nunca se irá de nuestro lado.

     Cuando recibiste la noticia de tu embarazo, ahí estuvo. Cuando diste a luz, ahí estuvo. Cuando entregaste tu primer currículum, te acompañaba aunque no la vieras. Te seguía de cerca cuando comenzaste a trabajar, y cuando tristemente dejaste de hacerlo. Nunca se fue de tu lado. Ni en las buenas, ni en las malas. Está presente en todos los enlaces matrimoniales, otorgándoles a los allí presentes el ápice de magia. En todos los funerales, cuando parece que todo se ha perdido, siempre sale en forma de suspiro, y se hace patente en forma de abrazo reconfortante.

     Nunca se ha alejado de los países azotados por el hambre, y viaja en la mochila de todos y cada uno de los soldados que creyeron en ideologías que los llevan a una muerte casi segura. De todos.  Está presente en cada cambio de gobierno, en cada cambio en general, pues todo cambio la alberga. La albergábamos asimismo nosotros durante una semana de lluvia que hizo de nuestro esfuerzo cenizas, y no la hemos perdido. La seguimos guardando para tiempos posteriores.

     Si aún no sabes de que hablamos, no intentes buscarla mirando a tu alrededor. Está en todas partes, como has podido deducir, pero solo puedes verla en ciertos sitios. Le damos distintos nombres, pero de igual manera sigue inundando de tranquilidad nuestros anhelos más vehementes. Le damos un color, cuya textura sólo nos evoca a Ella. A la que mira, estoicamente, como su hijo, el Hijo de Dios, a veces es sentenciado, carga con la cruz o se cae bajo el peso de ella. Aún en esos momentos, cuando carne de su carne se dirige ante el más inminente de los juicios, el divino, no la perdió. Por ello, a la más Inmaculada de cuantas reinaban en nuestra soleada tierra, le dimos ese nombre. Unos la llaman Perchelera, otros Trianera o Macarena. Algunos la sitúan a un lado del río, otros la llamamos marinera y portamos sus anclas en la gala de una corneta. Nunca nos pondremos de acuerdo.

     Sólo coincidimos en que todas, cada noche de Jueves Santo, son nuestra Esperanza.


Estas líneas van dedicadas a todos aquellos que sientan que Ella los abandona. En especial, a nuestro compañero Alberto Negrete Ramirez. Tu Esperanza será siempre la nuestra.

jueves, 12 de enero de 2012

Entrevista a Alvaro Castilla Pacheco, albacea y componente de la banda.

Si hay alguien que ha trabajado duro durante nuestros casi 14 años, y siempre ha permanecido en la sombra, es Alvaro Castilla. Cofrade de Sentencia y Esperanza, incansable y constante, se encarga desde hace 10 de la albacería. Minuciosa tarea, cuando cada uno de nuestro centenar de componentes se viste, y necesita arreglar un detalle. Estas líneas servirán pues, para acercaros mejor a una de las personas que hacen posible que la banda salga a la calle impecable en uniformidad, y para agradecerle, en nombre de todos los componentes, su esfuerzo diario.



P - ¿Dónde estabas hace 14 años, cuando decidiste ingresar en la banda?
      
     R - Si te refieres al mundo de las Bandas en ningún sitio, la verdad no sé cómo, creo que fue en el programa Guión, de Canal Málaga, donde dijeron que hacía falta gente para una nueva banda en la Archicofradía de la Esperanza, y fui a echar la solicitud. Allí otros jóvenes comentaban que sin haber estado antes en bandas no podría entrar así que la rellene y me fui. Cuál fue mi sorpresa a los meses que me llamaron cuando recibieron los instrumentos, creo que fui de los pocos que se salto los tres meses de aprendizaje de solfeo que se dio al inicio de la banda. Allí estaba yo, en el primer ensayo  como otros muchos sin tener conocimientos musicales y sin haber tocado un instrumento nunca, tocando Cristo del Amor y la Marcha Real
   
-         P - ¿Cómo ha sido, a tu juicio, la evolución de ésta? 
      
      R- Muy grande, de ese primer año que llevábamos 7 marchas en el repertorio, todas clásicas y no pasábamos de los 55 componentes a llevar a día de hoy más de 40 marchas y rondando el centenar de componentes, imagínate. Cada Director Musical ha aportado mucho pero desde un principio la Dirección de la Banda sabía hacia donde teníamos que ir, la creación del Aula de Música por parte de Daniel Zumaquero para mi parecer ha sido clave así como las salidas y contratos que ha ido teniendo la banda, hemos sido primeros en muchas cosas, como cuando acompañamos por primera vez al Cautivo, o dimos el concierto en la Basílica de la Macarena, el duro esfuerzo que se hizo para grabar el disco en Sevilla, o el pasado año que fuimos la primera banda de Cornetas y Tambores en tener todas las salidas de Semana Santa en la Capital acompañando a las imágenes tras los tronos. 

-         P - ¿Qué supone para ti el estar a cargo de la abacería de una banda de más de 100 componentes?
      
      R - Pues hasta ahora no me había parado nunca a pensarlo, solo sabía que si podía aportar algo a la banda era ayudando a la dirección en todo lo que pudiera y como si en una Cofradía se tratara, una de las parcelas en las que más trabajo se necesita ayuda es en la Abacería. El merito de todo lo tiene Gonzalo y su capacidad organizativa que facilita mucho las cosas. Los días de las Salidas son un poco caóticos ya que siempre le falta algo a alguien, la verdad que no sé, pero al final siempre sale todo bien, ver la banda uniformada el domingo de ramos es todo un orgullo que disfruta uno solo desde su fila y hace que todas las horas invertidas en la abacería valgan la pena.

-          P - Eres hermano de la Esperanza, desde hace muchos años. Cuéntanos qué supone para ti un Jueves Santo, pese a lo que muchos puedan interpretar desde fuera.

R - Desde hace unos años atrás, por temas personales le tengo una devoción especial a la virgen de la Esperanza, unos cuantos componentes nos hicimos hermanos por que en un momento clave, la Archicofradía nos demostró lo que era una verdadera Hermandad ayudando a uno de nuestros compañeros en un momento difícil de su vida. Antes yo personalmente el jueves santo era otro día mas, ahora es para mí el día más grande porque sale la Virgen de la Esperanza. Nos juntamos unos cuantos desde bien temprano para poder ver las demás cofradías que salen como Santa Cruz, la Cena y Viñeros y vemos salir a Mena desde los alrededores de nuestra casa Hermandad, ahí ya solo queda disfrutar viendo a los demás hermanos de la Archicofradía que salen en el trono o de nazareno, ellos te van contagiando de nervios y emoción hasta que salimos y vemos como toda Málaga está esperando a ver a la Virgen. Yo el Jueves Santo lo vivo como un penitente más de la Archicofradía, es más, siempre he pensado que la Archicofradía debería hacer papeletas de Músico, tanto para nosotros como para nuestros compañeros de la Banda de Música, que tengamos nuestra antigüedad como cualquier Nazareno y podamos en un futuro seguir participando el Jueves Santo con un Capirote o una Faraona...

-         P - ¿Algún momento especial que hayas vivido junto a tus compañeros?
      
      R - Muchos, no se puede dejar de nombrar Calle San Agustín con el Cristo de la Agonía, creo que fue el año que nuestro compañero Cristian no pudo salir por una lesión y le dedicamos todas las marchas que tocáramos en esa calle cuando se hizo especial para nosotros, no hay año que no me acuerde de algún compañero de la banda o algún familiar al que dedicarle lo que muchos de los que están allí van a ver y escuchar. Aunque siempre me quedaré con el principio y el fin, el principio es en el salón de tronos ante el Dulce Nombre de Jesús Nazareno y la Virgen de la Esperanza y las palabras de Daniel Zumaquero, ya no entiendo una semana santa sin empezar así, y el fin cuando después de la última salida nos abrazamos y felicitamos por el esfuerzo y el resultado de toda la Semana Santa.

-         P - Háblanos de un día, un enclave y una marcha.
      
      R - ¿Solo uno? La entrada a la Catedral del Nazareno de la Pasión a los sones de Costalero del Soberano y Tas de ti, Simón el lunes santo y permíteme pero se me viene a la retina un señor mayor llorando mientras el Cristo de la Agonía daba la curva de Molina Larios a calle Santa María con Al pié de tu Santa Cruz, hace ya muchos años.

-          P - ¿Se hace duro el no poder estar junto a tu Cristo y tu Virgen un Martes Santo?

R - Siempre, pero gracias a que en mi familia nos enseñaron a que la cofradía esta todo el año, no solo el día de la salida y que tu Cristo y tu virgen están siempre en la capilla esperándote, se sobrelleva, aunque he de confesarte que nada mas termina nuestra Estación de Penitencia con la Hermandad de las Penas estoy intentando llegar para ver algo de mi Hermandad en la calle o llegarme a la Casa Hermandad a ver a los Titulares y que me cuenten como ha ido su recorrido penitencial.

-          P - ¿Cómo ves el cambio tan brusco que ha experimentado (que no sufrido) la banda, en cuanto al número de componentes?
      
      R - Muy bueno, sobre todo porque el buen ambiente de siempre no ha decrecido, la base de la banda es la convivencia entre todos y el respeto creo que es fundamental para que cualquier grupo humano crezca. La banda es una obra social para los jóvenes y no puede cerrarle las puertas a nadie, nunca se le ha dicho que no a nadie ni mucho menos en lo musical. Personalmente la gente se puede ver atraída a la banda por muchos factores, como el buen momento musical que atraviesa, el uniforme o las Hermandades en las que salimos, pero lo que hace que se queden por muchos años es el ambiente de convivencia y compañerismo que hay.

-     P - ¿Qué le pedirías, musicalmente hablando, al año que acaba de entrar?
      
      R - Que sigamos hacia adelante como siempre hemos hecho y que lo hagamos todos juntos, que disfrutemos todos desde el banderín hasta el último timbal de cada momento y sobre todo del día a día que es lo que más cuesta y que no llueva claro está. 
      
      Gracias, y que así sea.

jueves, 5 de enero de 2012

Nuestro Lunes Santo.

Acaba el Domingo de Ramos, intenso desde primeras horas de la mañana hasta altas horas de la madrugada, y llega el Lunes Santo. Hoy toca Pasión, y con Él, comienza nuestro particular Vía-Crucis. Son las 14:30 y nos encontramos en nuestro ágape particular previo a cualquier salida, el Café-Bar Ebano. Casi 12 horas después de terminar el domingo nos preparamos para salir el lunes. Terminamos nuestro café para ir cargados de energía y nos vamos a la cofradía a cambiarnos.
Las primeras gotas mientras nos vestimos y comienza la incertidumbre. Los miedos se empiezan a apoderarse de la inmensa mayoría de compañeros. Finalmente, una llamada alentadora hace que vayamos hacia los Mártires; allí nos espera Jesús de la Pasión y su Madre  Dolorosa en Amor.  Nos lanzamos a la aventura, lloviendo, hacia los Mártires, con el deseo de poder salir y realizar la estación de penitencia. La salida se va complicando por momentos, cuando comienza a caer la lluvia con fuerza. Muchos compañeros esperando noticias dentro de la iglesia, otros intentando conseguir noticias alguna a través de la radio, mientras otros aprovechamos para rezarles a Ellos y pedirles que nos dejen disfrutar de su andar, su caminar por las calles de Málaga. Espera eterna hasta que finalmente salimos, con retraso, hacia la Catedral. La decisión de la Junta de la Hermandad es la de realizar estación de penitencia, y una vez allí decidir qué hacer. La ilusión que reina dentro de mi y mis compañeros es la de que finalmente podamos realizar el recorrido al completo.



Se abren las puertas de los Mártires y suenan los primeros toques de campana, el señor de la Pasión comienza su caminar lento y majestuoso en el interior de la iglesia para encarar la puerta, la que le lleva a reunirse con el pueblo malagueño que le aguarda. El sonido de la Marcha Real interrumpe el silencio, ¡ya estamos en la calle!, es Lunes Santo, ya está el Señor de la Pasión siendo ayudado por sus cerca de 100 cirineos con sus sones percheleros, sones de la calle San Jacinto.


Enfilamos calle Santa Lucía, con la dulzura que caracteriza al andar del nazareno. No hay pesar en su cruz, suena “La Lanzada” mientras da la curva para adentrarse en calle Granada.



La ilusión del comienzo se ha vuelto en realidad. Van sonando marcha tras marcha mientras él, camina despacio hacía el calvario. Todo se desvanece cuando justo entrando al Patio de los Naranjos comienza a caer un buen chaparrón. Suena “Costalero del Soberano” y ni toda el agua del mundo hace que en ese momento banda y trono sea uno más si cabe. Entrada a la Catedral y la decisión está tomada, es momento de volver a la iglesia y hasta el año próximo.


Salimos de vuelta a los Mártires, el Lunes Santo se había esfumado sin tan siquiera apenas haberlo disfrutado. Tardes de duros ensayos que se vienen abajo por la lluvia. La vuelta se hace dura, pero había que seguir. Marcha tras marcha, disfrutamos del momento, pero sabiendo que el momento ya es mucho más corto de lo que nos imaginábamos. Las calles repletas, mirándolo a él, degustando lo poquito que la climatología nos había dejado. Y llegamos al final, la Plaza de los Mártires, allí el pueblo le despide y nosotros, a los sones de su marcha, “Tras de ti, Simon”… cirineos de San Jacinto que te despiden hasta el año próximo, con más ganas e ilusión que nunca, volveremos a meter el hombro ayudándote con el peso de la cruz.

Otro día que se nos va, y ya van dos. El sabor agridulce se apodera de nosotros sin que nos demos cuenta. El tiempo corre sin poder pararlo y mañana nos espera el Señor de la Agonía en Pozos Dulces y con él todas las emociones contenidas hoy Lunes Santo.